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Foto del escritorCarolina Pinzón Gómez

¿Cuáles son los daños más frecuentes a nivel orgánico y cerebral por consumir cocaína?

Actualizado: 27 abr 2020

En los últimos meses hemos recibido muchas preguntas sobre las consecuencias de consumir cocaína de forma habitual, debido a que la evidencia científica nos muestra que a diferencia de otras sustancias, cuyas consecuencias negativas se reflejan sobretodo en el largo plazo, la cocaína es considerada una sustancia de alto impacto puesto que en un solo consumo se pueden observar consecuencias negativas que podrían dejar secuelas permanentes e incluso llevar a la muerte.


Quisimos preguntarle a un profesional de la salud ¿Por qué la cocaína es considerada una sustancia de alto impacto?, él nos ayudó contándonos cuales son los riesgos reales a nivel orgánico de consumir esta sustancia. Esto fue lo que nos dijo:


Diego Quintero Rueda

@quinterorueda en Instagram

Médico Cirujano de la Universidad del Bosque

Residente de Neurocirugía de la Universidad del Bosque



La cocaína, al igual que otras sustancias como las metanfetaminas, es una sustancia estimulante del SNC (sistema nervioso central), lo que quiere decir que al consumirla, las personas tienen la sensación de estar mucho más despiertos, alertas y tener la capacidad hacer muchas cosas, incluso cosas que sin el uso de esta sustancia no podrían hacer.


¿Cómo hacen estas sustancias para activar el cerebro?

La respuesta es muy sencilla, actúan sobre una parte muy antigua de nuestro sistema nervioso que se conoce como el sistema nervioso autónomo, encargado de controlar funciones primitivas (e involuntarias) como la respiración, la circulación de la sangre, el control de la frecuencia y fuerza con que late el corazón, entre otras funciones similares, que son vitales en nuestro organismo. Al estimular nuestro SNC, la cocaína no solo aumenta el nivel de alerta del cerebro sino que también actúa sobre otros órganos como el corazón, los músculos, los pulmones, el sistema circulatorio, el hígado, los riñones, el sistema gastrointestinal, etc.

  • El corazón late más rápido y fuerte para enviar más sangre al cerebro, los músculos y los demás órganos.

  • Los músculos al recibir más sangre tienen mayor vigor y resistencia, por eso la persona se siente más fuerte y aguanta más tiempo de actividad física.

  • Los pulmones tienen la capacidad de hacer más intercambio gaseoso y así pueden oxigenar mejor los tejidos y órganos que están trabajando a mayor capacidad.

  • Las arterias se contraen para aumentar la presión dentro de ellas y poder enviar con mayor rapidez y fuerza la sangre a todos los órganos.

  • El hígado libera el azúcar necesaria para que los músculos como el corazón puedan trabajar rápidamente.

  • El riñón y el sistema gastrointestinal disminuyen su funcionamiento para poder suplir las necesidades de los demás órganos que están trabajando a su máxima capacidad.

¿Por qué la cocaína es dañina si hace que los órganos funcionen a mayor capacidad?

Aunque pareciera ser que lo que hace es aumentar su capacidad en realidad los pone en una sobrexigencia que puede acarrear consecuencias negativas. Inicialmente mencionaremos los riegos más comunes a nivel orgánico para después centrarnos en los riesgos a nivel cerebral.


Lo primero es que se ha evidenciado que esta sustancia tiene una fuerte capacidad adictiva, lo que quiere decir que las personas que la consumen con frecuencia, cada vez necesitan más sustancia para sentir los mismos efectos (tolerancia), y sienten deseos de hacerlo con mayor frecuencia (compulsividad); esta estimulación repetida hace que los órganos estén en una constate sobrexigencia que finalmente puede llevarlos a fallar.

Por otro lado, la nariz es el órgano de preferencia para el consumo de la cocaína, de manera esnifada (aspiración), ya que su mucosa tiene una alta cantidad de vasos sanguíneos que absorben la sustancia de manera directa a la sangre, haciendo que los efectos aparezcan mucho más rápido. Cuando la mucosa nasal se expone a la sustancia, los vasos sanguíneos del tabique de la nariz se cierran, si esto sucede repetidamente el tabique deja de recibir sangre, lo que termina causando perdida de la vitalidad del tejido (necrosis), con la posterior perforación del mismo, y para lo que finalmente se puede requerir cirugía reconstructiva.

En el sistema circulatorio se presentan diferentes riegos, el primero tiene que ver con la frecuencia cardiaca. Las sustancias estimulantes como la cocaína se consumen frecuentemente en combinación con otras sustancias depresoras como el alcohol o la marihuana, por la ilusión que dan de “bajar o contrarrestar los efectos”, sin embargo, esto no es lo que ocurre; al consumir dos sustancias de efectos contrarios, la frecuencia y el ritmo cardiaco empiezan a variar de manera anómala; en los casos más graves la frecuencia cardiaca puede llegar a ser muy alta, muy baja o simplemente el corazón (que normalmente anda a un ritmo especifico) entra en arritmia cardiaca, necesitando de atención y tratamiento hospitalario inmediato.

El riesgo mayor por afectación en la frecuencia cardiaca es que la persona muera a causa de una parada cardiaca.

El segundo riesgo en el sistema cardiovascular se produce por la contracción de las arterias coronarias que le suministran la sangre al corazón. Estas arterias al igual que las arterias del tabique nasal y de los demás órganos del sistema cardiovascular, se contraen para poder enviar con más fuerza la sangre al corazón. En muchos de los casos esta contracción de las arterias es tan severa que puede causar un infarto agudo de miocardio y causar la muerte o discapacidad cardiopulmonar con la necesidad, por ejemplo, de uso de oxigeno domiciliario las 24 horas del día.


A nivel cerebral encontramos el riesgo de sufrir un ACV (accidente cerebro vascular), que de no tener un desenlace fatal para la persona puede dejarla con una severa discapacidad, afectando funciones básicas como el movimiento, la capacidad cognitiva, el habla, etc: inclusive puede ocasionar que la persona requiera asistencia para actividades como la alimentación, el autocuidado y la movilización.

Existen dos tipos de ACV, el isquémico, también conocido como “trombosis” y el hemorrágico conocido como “derrame”. El mecanismo es muy similar a los anteriores que hemos mencionado.


El ACV isquémico o “trombosis” se genera por la contracción de las arterias cerebrales que no permiten la llegada del oxígeno al cerebro, causando la muerte del tejido cerebral y de esta manera generando severa discapacidad para el movimiento, el lenguaje, el pensamiento, etc e inclusive precipitando la muerte del sujeto.


El ACV hemorrágico o “derrame” se produce dado que, como se mencionó anteriormente, el corazón late con mayor fuerza y rapidez haciendo que la sangre llegue con más fuerza al cerebro. Las arterias en el cerebro son mucho más delgadas que en el resto del cuerpo, por lo que pueden no soportar la fuerza con que llega la sangre y romperse, necesitando de cirugía para contrarestar el daño; de no tener atención médica inmediata la persona puede fallecer e inclusive con cirugía, el daño puede causar discapacidad permanente.


ACV es una enfermedad que comúnmente se presenta en personas mayores de 55 años, sin embargo, el consumo de sustancias psicoactivas como la cocaína es el principal factor de riesgo para sufrirlo antes de los 35 años.


La recomendación desde una postura médica es no consumir esta sustancia psicoactiva puesto que existe un riego de sufrir consecuencias a nivel multisistémico, si decide que a pesar de esta información quiere consumir, la recomendación principal es no mezclarla con otras sustancias psicoactivas y seguir las recomendaciones de iniciativas como #deliberar con el fin de que pueda identificar las señales de alarma que le indiquen si está incurriendo en un consumo riesgoso, problemático o adictivo.

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Recomendaciones generales

📌No consuma ninguna sustancia psicoactiva, si lo hace que no sea de forma habitual.

📌Cuídese físicamente antes, durante y después del consumo a través de la alimentación y la hidratación.

📌Implemente estrategias de desintoxicación los días siguientes al consumo


🔥 Signos de alarma 🔥

Si siente la necesidad de aumentar la dosis para sentir los efectos que inicialmente sentía, dese un respiro y no consuma durante un buen tiempo, eso va a disminuir la tolerancia, manténgala ahí a través del consumo no habitual, es decir, que no haga parte de su rutina o que el consumo no presente un patrón.


💡¿Quiere desintoxicarse?

En #deliberar hemos diseñado un programa DETOX en casa: 7 días con consejos nutricionales, actividad física, recetas (desayunos, almuerzos y cenas), ejercicios de mindfulness, ejercicios de imaginería y baños de vapor; regálele a su cuerpo un jornada de desintoxicación una vez cada seis meses y evite consecuencias negativas para su salud en el mediano y largo plazo. Más info aquí


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